martes, 25 de marzo de 2008

A donde sí fui

Mientras recobro sensibilidad en la parte posterior del cuerpo, he decidido hacer este post.

No me fui de vacaciones a ninguna gran urbe como Nueva York o Tokio; No me fui de vacaciones a ninguna playa como Vallarta o Cancún; No me fui de vacaciones a ningún sitio exótico como Estambul o Jerusalém.

A donde sí fui es a mi pueblo. A donde acostumbro ir de vacaciones siempre que estoy en México. En donde nadie me conoce, pero yo sí los conozco. En donde es posible tomar malteadas de galleta y ver "La Pasión de Cristo" en la plaza. En donde me dejo de preocupar por lo que como. En donde puedo caminar y caminar por las mismas calles y descubrir cada vez algo nuevo. Donde he reido como imbécil. En donde dejo escapar un par de lágrimas cada vez que me voy.

Es que mi pueblo no es mágico, ni es una gran ciudad, ni es patrimonio de la humanidad, ni siquiera está en todos los mapas, pero es mío.

Después de todo, creo que mis vacaciones no estuvieron tan mal.

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