Las causas del llanto

Todas las personas, de una forma u otra, tenemos siempre un sueño. Para algunos ese sueño se materializa en forma de autos italianos, casas con alberca en sitios paradisíacos, un amor eterno e incondicional, o simplemente en obtener la psosesión de algo. Lo que en realidad se desa es alcanzar la felicidad, asi de simple y llano. Aunque en ocasiones ni siquiera nosotros mismo sepamos qué es la felicidad.

La idea de alcanzar nustros sueños, no es precisamente por conseguir el objetivo en sí, es por la sensación que nos produce el alcanzar la meta... En la satisfacción de obtener lo que queremos. Sin embargo, también olvidamos que al final de la mayoría de los días, todo se resume a pérdidas.

No nos damos cuenta del momento en que perdemos lo que deseamos y de repente, como por arte de magia, el sabor dulce del caramelo que saboreamos cuando éramos pequeños, cambia por el sabor amargo de las lágrimas.

Así, a veces, cuando llegamos a la cama, después de un dia agotador, pleno de deseos insatisfechos, lo que nos mantiene despiertos es recordar el dolor que pasamos durante el dia, el que causamos -y a quienes se los causamos- y el dolor que nos produjeron -y a los responsables de ello-

Al final del dia, la realidad nos hace darnos cuenta de que nada es lo que esperábamos. La realidad es que cada vez que intentamos cerrar los ojos y dejar atrás lo sucedido en el día, y más frecuente de lo que desearíamos, nuestro mundo se encuentra de cabeza, y nos sorprende darnos cuenta nunca fuimos capaces de percatarnos de ello.

Pero tambien a veces, de una forma improbable, cuando uno menos se lo espera, el mundo vuelve a ponerse bien por sí solo.

Hoy mi viejísimo Ipod volvió a funcionar... Así, de la nada. Como todo en esta vida